Una de las mayores cadenas de farmacias estadounidense dejará de vender tabaco en sus establecimientos a partir del próximo mes de octubre. Sí, así como suena, algunas farmacias dejarán de vender los cigarrillos de toda la vida.
En el país de las libertades todo es posible, también la incongruencia que supone fomentar el consumo de tabaco desde un centro sanitario. Ya se sabe, el negocio es el negocio por encima de cualquier otra consideración y por ello, en estos grandes bazares del medicamento, podemos comprar desde fruta fresca hasta pilas pasando por algún complemento que necesitemos.
Regreso de una corta experiencia en la fascinante ciudad de New York de la que he disfrutado unos días, y me embarga una ambigua sensación: por un lado la de constatar que en Europa menos de un 30 % de las farmacias están en manos de cadenas de distribución, por otro lado siento la presión que ciertos grupos económicos están ejerciendo para que esta situación cambie y puedan hacerse con el control de toda la distribución farmacéutica.
Estoy convencido de que cada modelo tiene sus pros y sus contras; a mí lo que me preocupa es que el mercado sanitario deje de ser sanitario para convertirse sólo en mercado.
Que horror, ójala no lleguemos también a eso, tengo la sensación de auténtico acoso, ya todo está en manos de multinacionales, cadenas gigantescas… Por favor, volvamos a la tienda de barrio, a la farmacia donde te conocen, a que nos traten como a personas, no como a monederos andantes¡