La clínica
La botica era el establecimiento abierto al público donde se podían encontrar toda una serie de instrumentos y artilugios clínicos: termómetros, esparadrapos, vendas, yesos, suspensorios, hilo y agujas de sutura, y aparatos para dosificar distintos principios activos y formas farmacéuticas: éter, inhaladores, pisteros, jeringas, pastilleros...