En 1909 una Real Orden condena el intrusismo de los Drogueros en la venta al por menor de medicamentos y regula su comercialización a los establecimientos farmacéuticos. De hecho las Droguerías suministraban ordinariamente productos medicinales a las boticas, y lo vinieron haciendo hasta el nacimiento de las sociedades y cooperativas de distribución farmacéutica.
Ahora Internet está produciendo un cambio radical en todos los procesos de compra-venta, también en el caso de los medicamentos. Pero ¿sabe el paciente o consumidor quién está al otro lado de la red para atenderle?, ¿conoce las garantías reales que le ofrecen los medicamentos que compra?, ¿su seguridad y eficacia terapéutica?
Parece que el tema tiene difícil ordenación jurídica y habrá que insistir mucho a la sociedad de los riesgos que comporta esta forma de comprar medicamentos.
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