Ayer celebrábamos el día internacional del Farmacéutico y no, no es que nadie nos haya pegado una pedrada en el ojo, simplemente trato de recabar información sobre el sentido y el origen de esta castiza frase prácticamente en desuso.
Por lo menos existen dos acepciones para “ojo del boticario”: la primera y más conocida hace referencia al armario en que el boticario custodiaba los venenos, productos tóxicos, y los llamados medicamentos heroicos (hipnóticos, sedantes y otras sustancias dotadas de gran actividad terapéutica), y la segunda a una redoma de vidrio, lleno de un líquido coloreado que, colocada estratégicamente en la botica, permitía al farmacéutico controlar desde su rebotica la salida y entrada de pacientes a su establecimiento.
Teniendo en cuenta que la frasecita está cargada de sentido positivo (una idea luminosa o un argumento oportuno) yo me inclino por la segunda opción; por lo menos salía beneficiado el chaval que quisiera sisar unas Juanolas sin ser descubierto y denunciado por su farmacéutico.
A lo dicho, si alguien puede aportar más datos sobre el asunto, estupendo.
Sep
27
2013
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