Siempre hemos oído decir a la clase política que esto no es Grecia y es verdad, esto no es Grecia, pero en política sanitaria se le va pareciendo peligrosamente.
Es más que probable que la culpa de todo ello la tenga las directrices marcadas por la Comunidad Europea para la contención del gasto sanitario, contención que está llevando en el caso Griego al desabastecimiento de las farmacias porque a la industria el gobierno no le paga y dejan de producir obligando a cerrar demasiadas farmacias por falta de medicamentos que dispensar.
En España muchas Comunidades mantienen a sus farmacias en pie de guerra en protesta por los impagos que asfixian al sector. El gobierno catalán debe a sus farmacias trescientos millones de euros y los farmacéuticos de esa comunidad están hoy llamados a votar una serie de medidas de presión para reclamar sus derechos.
Se mire como se mire, el impago y la morosidad por parte de los Poderes Públicos suponen una inmoralidad y debían ser sancionadas como delito, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?