Llevaba más de tres años buscándola y en tres días la he encontrado. Sí, han transcurrido tres días desde que publiqué unas líneas en Facebook, y de repente se produce el milagro: tengo entre mis manos la dichosa prensa de jugos- se trata de un utensilio que toda botica de finales del siglo XIX debía tener, y la nuestra, según parece, se perdió por el camino-.
Me vienen a la memoria las gestiones que D. Pedro tuvo que realizar para proporcionar un Microscopio a su hijo Alejo, recién licenciado. Comenzó su andadura un 6 de febrero de 1.933 escribiendo una carta al Presidente de la Cámara de Comercio Alemana en Barcelona, continuó instando a su buen amigo D. Emilio Ibargurengoitia, Capitán de la Marina Mercante, que hiciera sus investigaciones en tierras argentinas, donde tenía intención de arribar en el mes de Marzo.
Nuestra pequeña historia termina un 27 de Mayo de 1933 (111 días después de su comienzo) en que, por fin, su hijo Alejo puede desembalar su precioso microscopio.
Las posibilidades que nos brindan las redes sociales son inmensas, y podemos y debemos sacarle más provecho para custodiar y compartir nuestro patrimonio farmacéutico. A esto me refiero cuando sugiero la creación de un espacio virtual de encuentro.
Nov
20
2013
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